Los Picarones son para mí una tentación hecha plato. Sus orígenes son de los tiempos del Virreinato del Perú, de los primeros años de la República, los Picarones se consumían en fiestas.
Siempre ha estado presente una picaronera o como lo retrata el pintor Pancho Fierro en su pintura de 1850 una bañuelera, donde se aprecia la redondelas de la masa. Recién en el siglo XX aparece como picarón, según la investigadora Rosario Olivas Weston.
En lo personal me parecía un artilugio cuando veía a la Señora que vendía los deliciosos Picarones, con una sola mano moviendo una pequeña porción de masa con los dedos y de repente presionaba con el pulgar el centro de la masa y la soltaba en el aceite hirviendo, todo un espectáculo para mi.
Cuando vivía en Chimbote íbamos a comer Picarones en el Jr. Ladislao Espinar, a la altura del colegio Raimondi, ahí se podía encontrar los picarones por las tardes de los fines de semana.
A finales del 2021 de visita a Chimbote he encontrado un local muy pequeñito en el Jr. Ladislao Espinar, media calle antes del Mercado Modelo, a la mano derecha.
Solamente atienden en la entrada una Señora y un joven. Por las medidas de seguridad del Covid no pude acercarme para tomar fotos o filmar, pero se podía observar al fondo del local a la Señora sentada en banquito bajo, frente al fogón, con una gran sartén con aceite caliente y ella haciendo la magia con sus dedos para freír los picarones.
Delante un joven tomando el pedido, entregando la ración, echándole la riquísima miel de higo, cobrando, y rociando desinfectante en las monedas de vuelto.
¡Me encantó, delicioso!, exactamente como los recordaba recién hechos.
La gente no deja de pasar y pasar y delante hay unas bancas públicas donde se puede sentar a deleitar los deliciosos picarones. El suelo algo pegadizo de lo que hay veces se les cae a los comensales la miel.
Precioso recuerdo que me llevo de mi querido Chimbote compartiendo el momento con amigos. Yo me pedí dos raciones, me los comí con mucho gusto estaba por pedirme otra ración, pero sentí miradas de asombro, así que después de despedirme de los amigos, volví a por más, delicioso.
Adjunto la receta para los que desean preparar en casa.
https://youtu.be/9QaYyK2uNFg


Buenas tardes, Moloyo. Seguramente los picarones, como bien refieres, provienen de los buñuelos españoles. Hace algunos años, caminando por Valencia en época de Fallas, me topé con un pequeño puesto ambulante que los vendía, mi curiosidad sociológica me empujó a comprar una ración y ¡Bingo!. Eran muy, pero que muy parecidos también en sabor. Poco a poco vamos materializando esa idea de que nuestra cultura cotidiana peruana tiene raíces tanto en nuestro pasado prehispánico como en el pueblo español que hoy, y no por casualidad, nos alberga. Un gran saludo de un paisano y vecino del Trapecio.
Hola Ronald!
Gracias por tu comentario, es muy cierto que tenemos influencia española, sobre todo en los postres. Las también llamadas torrijas aquí en España, también las comía en casa de mi abuela que era alemana, ella las preparaba, no se si llegaron a su casa por influencia alemana o algún conocido español.
Lo interesante es la multiculturalidad que tenemos en nuestra gastronomía, la influencia más rescatable es la española y la china, gracias a ellas hemos obtenido fusiones y mixturas que hacen que la comida peruana sea reconocida en el mundo.
Saludos de una patita salada en España.