La valerosa madre que entregó su vida por salvar a su hijo
PARTE I
La Sra. Dominga Bonifacio Delgado, nació el 13 de marzo de 1955, en el hogar de sus padres fueron cinco hermanos, cuatro mujeres y un hombre. Su madre trabajaba en el campo, era de Tayabamba, Patáz, la Libertad. El padre era hacendado, descendiente de Españoles, quien vivía en Taurija, Tayabamba, Patáz, la Libertad.
La Sra. Dominga, estudio hasta 4º de secundaria. El padre se desentendía de la familia, su madre al tener familia en Coishco se traslada con Dominga y dos hermanas más.
En Coishco, la Sra. Dominga comienza a trabajar a corta edad con el permiso de su madre en la pesquera Copes.
Tiempo después, una familia limeña la lleva para que trabaje en su casa, en la cual al parecer uno de los sobrinos de la familia se enamora de ella, y por lo que cuentan le hace brujería.
En Lima, Dominga estudia en la escuela nocturna donde conoce a un Universitario con el cual tiene una relación sentimental.
Pasa el tiempo y la familia de Coishco deja de recibir comunicaciones de Dominga. Finalmente, les avisan que recojan del Hospital psiquiátrico Víctor Larco Herrera a Dominga, explicándoles, según ellos, que había perdido la razón. Sus familiares relacionan el hecho con la posible brujería.
De vuelta a Coishco comienza a frecuentar y colaborar con las iglesias, sin distinción de credo. Siendo recordada por el ex alcalde Juan Vásquez Cruzado, a quien ella cuidó de niño en la iglesia.
También vuelve a trabajar esta vez en la fábrica Unión Fish.
Visitando las iglesias es donde conoce al padre de su único hijo, él cuál no trabajaba, estaba siempre con los amigos en la calle detrás de Dominga. Posteriormente, ella lo presenta como su novio.
Fruto de la relación queda embrazada y cuando Dominga le informa a su pareja, este desaparece para no asumir su responsabilidad.
Su hijo Carlos Salinas Bonifacio, nace el 07 de marzo de 1984 en el Distrito de Coishco.
La familia de Dominga encuentra al padre y le obliga a reconocer al niño en la Municipalidad Distrital de Santa, pues Coishco no tenía municipalidad
Dominga continúa trabajando, su madre y hermanas le ayudan con el cuidado de su hijo, compartiendo domicilio. Como curiosidad destacar que ella siempre vestía de blanco, y de preferencia de seda.
Gracias a su trabajo, organización y administración, la Sra. Dominga logra comprar un terreno cerca de la casa de su madre. Habilita su vivienda con palos, esteras y eternit. En esos tiempos la zona era un poco peligrosa y no contaban con alumbrado público.
La Sra. Dominga, como muchos pobladores lugareños, participó en las protestas para exigir el reconocimiento legal de Coishco, reclamar los títulos de propiedad y el derecho a una vivienda digna. En una ocasión bloquearon el túnel de Coishco.
En un incendio provocado por terceros la vivienda de la Sra. Dominga arde en llamas. Era de noche y ella y su hijo estaban dentro de la vivienda. Al no tener salida, la Sra. Dominga cubrió con su cuerpo a su hijo para salvarlo.
Finalmente, ella fallece el 21 de mayo de 1988 en el Hospital de Essalud III de Laderas, en Chimbote. Su hijo sufre quemaduras de tercer grado en el hombro y pie izquierdo.
El reconocimiento político de Coishco se dio el 13 de diciembre de 1988.
Al parecer por el miedo a tremendo ataque efectuado contra la Sra. Dominga, la población no hablaba del tema.
Tras la muerte de la Sra. Dominga el Alcalde Juan Vásquez Cruzado declaró: «Fue una de las luchadoras durante las agitaciones, por tener una casita donde poder vivir sin peligro».
En reconocimiento a su trabajo y ser una madre valerosa, el 25 de setiembre de 1993 se inaugura el comedor popular «Dominga Bonifacio Delgado». La Municipalidad también instaló un monumento en su nombre, en el cual se podía observar una madre cargando a su hijo.
En gestión del Alcalde Manuel Aldave Boyd se construyó en dicho lugar el local de la Demuna y la Biblioteca Municipal de Coishco.
Actualmente, el comedor ya no existe y el monumento fue retirado.
Dedicada a Doña Dominga Bonifacio Delgado, una valerosa mujer a quien honramos. Tendríamos que mantener vivo el recuerdo de personajes importantes de nuestras comunidades y dar a conocer su historia en los colegios, tal y como se ha hecho algunos años atrás en Coishco.
Agradecer a Carlos Salinas Bonifacio por la información brindada y la confianza depositada en mi persona, para escribir la historia de su querida y recordada Madre, que en paz descanse y de Dios goce.

